Conexión total

Estamos viviendo una de las Eras más importantes de nuestra existencia. Son varios los hitos y descubrimientos que se han dado lugar hasta entonces. Posiblemente, uno de los más relevantes es el desarrollo y gestión de lo que se denomina las TIC, es decir, las Tecnologías de la Información y Comunicación.

Su mismo nombre indica una idea muy clara: la generación y codificación de información; su adapatación y posterior transporte a través de varios medios; y finalmente, su recepción y decodificación. Y es que se ha avanzado cualitativamente en cuanto a las garantías en el proceso de transporte.

Sin embargo, el contenido de la información se ha venido descuidando cada día más, de tal forma que ahora es más complicado discernir y filtrar lo que sirve, lo real, lo verídico, lo útil, de aquello que sólo ocupa espacio no servible en la red y los sistemas de almacenamiento.

En consonancia con este derroche, las redes sociales, blogs, periódicos y otras plataformas, nos han brindado la oportunidad de hablar y participar...a todos! A estas alturas, la inercia en el consumo de internet y los servicios, no puede frenar la incesante capacidad de uploading. Un psicólogo definió el "síndrome de fatiga informativa", consecuencia del manejo de una excesiva cantidad de datos.

Es cierto que tenemos el derecho a opinar e informar, per existe una falta de regulación. Una o varias entidades que describan una especie de mínima calidad y máxima cantidad de contenido. De lo bueno, que sobre, por favor.



Los dispositivos con los que nos comunicamos han sido diseñados para cubrir una necesidad básica: estar conectados y enterados del mundo. Tan enterados que no podemos evitar el espejismo de sentir que tenemos el poder del saber y del control en el momento y lugar que queramos. Como resultado de la pérdida o rotura de un móvil, por ejemplo, nos desesperamos por haber perdido la función de control, y no solo por la valiosa herramienta.


Por otro lado, el uso social de las TIC ha provocado diferentes comportamientos asociados a la ansiedad, la dependencia, la autoestima, y a la confianza, entre otros. No recibir un feedback o respuesta al instante, la valoración a través del famoso "Me gusta", o la perdida de amigos al no utilizar el mismo medio de comunicación, son algunos de los disparadores psicológicos. Queda implícito evitar estar solo (que no sentirse solo) en favor de una compañía virtual, formar parte de un grupo, o saber cuándo y dónde será el próximo evento para reunirse.




Dependiendo del consumidor, puede ser mayor el beneficio o la pérdida dada la utilización de los medios de comunicación con fines amistosos. En este sentido, las redes sociales pueden acercar al lejano y alejar al cercano.

En resumidas cuentas, cada persona o corporación utiliza las TIC con amplios propósitos. Trabajar, estudiar, hablar, informar, hacer negocios, divertirse...lo que sea. Lo más destacado: Aprovechar sus posibilidades, disfrutar de sus opcionalidades y amortizarlas en su máxima expresión...aunque al tanto de no quedarnos enREDados.

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